La búsqueda de la mayor gloria de Dios a través de la práctica del Discernimiento
Esto nos lleva a afrontar los retos y problemas de cada época y lugar en colaboración con otros para ser agentes de reconciliación entre las personas, así como de estas con Dios y con la naturaleza. Por eso, ya desde sus inicios, el apostolado de la Compañía se ha desplegado en diversos campos: la educación, el servicio a los excluidos (refugiados, migrantes, empobrecidos, discriminados, etc.), la defensa de los derechos humanos, el acompañamiento espiritual, la pastoral, la ecología, la investigación científica, la reflexión filosófico-teológica, el diálogo intercultural e interreligioso... Como nos dijo el Papa Pablo VI: «Dondequiera que en la Iglesia, incluso en los campos más difíciles y de primera línea, en las encrucijadas ideológicas, en las trincheras sociales, ha habido o hay conflicto entre las exigencias urgentes del hombre y el mensaje cristiano, allí han estado y están los jesuitas».